LOS ARGUMENTOS DE RUSIA PARA MANTENER SU POSICIÓN

Los responsables de la política exterior americana, los dirigentes europeos, los líderes “atlánticos” y “unioneropeos” proclaman a los cuatro vientos la violación perpetrada por Rusia de los principios básicos que regulan las relaciones entre los Estados civilizados, el respeto a la democracia y a los derechos humanos. Dicen que la constitución de un gobierno prorruso en Crimea es ilegal, que el aliento y apoyo que presta el gobierno ruso a las nuevas autoridades de Crimea es un ilícito internacional, que la ocupación militar de la región de Crimea incumple el acuerdo multilateral de garantías de diciembre 1994, que la votación del parlamento regional crimeo aprobando la incorporación a Rusia viola el artículo 73 de la Constitución ucraniana y que la convocatoria de un referendo de autodeterminación por parte del gobierno de Crimea es ilegal y contraviene los principios básicos de soberanía e integridad territorial, que son principios constitucionales del Derecho Internacional. Pero todos ellos portan un gran letrero en la frente que pone “Kosovo 1999-2007”: ¿por qué los líderes europeos y americanos se rasgan las vestiduras cuando Rusia hace exactamente lo mismo? Mientras, el gobierno ruso ha hecho lo que tenía que hacer, que no es más que tomar el control efectivo de un enclave territorial fundamental para la seguridad de Rusia y su zona de influencia, y que, no lo olvidemos, tiene un 60% de población rusa.    
Entonces, ¿qué argumentos tiene el gobierno ruso para actuar como lo hace? Pues su posición de gran potencia del sistema internacional global, su condición de miembro permanente del Consejo de Seguridad de la sociedad internacional organizada y, por supuesto, la posesión de un arsenal nuclear estratégico compuesto por 894 sistemas de lanzamiento y 1.400 ojivas nucleares operativas, según los datos a 1 de septiembre de 2013 publicados por aplicación de las cláusulas de información del Tratado START de 8 de abril de 2010. Más información al respecto en la entrada del mes de diciembre pasado: PARA QUE 300 SI PUEDEN SER 1.500, en http://www.ullderechointernacional.blogspot.com.es/2013/12/para-que-300-si-pueden-ser-1500.html ; véase el recientísimo artículo de Hans Kristensen y Robert Norris: "Russian nuclear forces, 2014", Bulletin of the Atomic Scientists núm. 2, 2014, pp. 75-85, en http://bos.sagepub.com/content/70/2/75.full.pdf+html
La Administración Obama, sorprendida por un nuevo fallo clamoroso de sus servicios de inteligencia, dejará hacer al Presidente Putin para no alterar el equilibrio estratégico que mutuamente les beneficia, pero, ¿y los europeos, estamos dispuestos a morir por Crimea, por una Crimea ucraniana, claro?

Jorge Heine, catedrático de Gobernanza Global de la Escuela Balsillie de Asuntos Internacionales de la Universidad Wilfrid Laurier (Ontario, Canadá), afirma que la actuación de Rusia en Crimea es una reacción a la expansión desmedida de las organizaciones euroatlánticas hasta regiones que se encuentran dentro de lo que Moscú considera su zona de influencia como son el Cáucaso, Asia Central o Ucrania y Bielorrusia: "Esto no ha sido respetado ni por los Estados Unidos ni por la UE, que se han embarcado en una política de expansión hacia Europa Central y Oriental con muy poca consideración para los intereses de Moscú. La incorporación de muchos países de Europa Oriental a la UE, primero, y a la OTAN, después, son expresión de esto. (...) la Alianza se ha continuado expandiendo, acercándose cada vez más a la Federación Rusa, y desconociendo acuerdos entre Washington y Moscú a comienzos de los 90 en cuanto a que ello se evitaría . (...) continuar ninguneándola, como a ratos pareciera que hacen las potencias occidentales, alentando a partidos y coaliciones en países como Georgia y Ucrania, no hace sino provocar este tipo de situaciones." (en "La crisis de Crimea y el fantasma de una nueva Guerra Fría", El Mostrador.blogs&opinión, 5 de marzo, de 2014, en http://www.elmostrador.cl/opinion/2014/03/05/la-crisis-en-crimea-y-el-fantasma-de-una-nueva-guerra-fria/).
Paulina Astroza, Profesora de Derecho Internacional de la Universidad de Concepción (Concepción, Chile), examina el desarrollo de la Política Europea de Vecindad en el contexto de los intereses comerciales, energéticos y estratégicos en juego. Resulta sorprendente cómo los dirigentes europeos no se daban cuenta de que estaban colisionando directamente con los intereses de seguridad de Rusia ("Especial Ucrania# 1: el desencadenante y el contexto europeo", Duna.cl, 11 de marzo de 2014, en  http://www.duna.cl/noticias/2014/03/11/especial-ucrania-el-desencadenante-y-el-contexto-europeo/).  
José García Domínguez abunda sobre la inconsistencia del pensamiento buenista europeo aplicado a las relaciones internacionales en la sociedad internacional globalizada: "Crimea", Libertad Digital, 16 de marzo de 2013, en http://www.libertaddigital.com/opinion/jose-garcia-dominguez/crimea-71025/

CRIMEA ES RUSA...

El sábado 1 de marzo, el presidente Putin, presionado por los sectores conservadores de la política rusa, decidió adoptar una posición contundente respecto a la desastrosa situación política ucraniana, que, por otra parte, se la han buscado ellos solos. El Presidente ruso solicitó la autorización al Consejo de la Federación para enviar tropas al extranjero, lo que fue avalado por los ochenta y siete senadores presentes. La solicitud del Presidente se fundamentaba "en la extraordinaria situación que se vive en Ucrania y la amenaza que pesa sobre la vida de los ciudadanos rusos, de nuestros compatriotas y de las Fuerzas Armadas rusas desplegadas allí" (“El Senado ruso aprueba por unanimidad el empleo de tropas en Ucrania”, Ria-Novosti, 1 de marzo de 2013, en http://sp.ria.ru/international/20140301/159429341-print.html; las declaraciones del Presidente Putin en la comparecencia pública del 4 de marzo de 2014 se recogen en http://actualidad.rt.com/actualidad/view/121488-version-completa-rusia-putin-ucrania).
La Presidenta del Consejo de la Federación Valentina Matviyenko afirmó que era necesario dirigirse "al jefe del Estado para que en el marco de sus facultades tomara todas las medidas posibles para garantizar la seguridad de nuestros ciudadanos que viven en Ucrania (sic), para ayudar al pueblo hermano con el fin de estabilizar la situación"; además enfatizó que Crimea y sus habitantes "tienen derecho a decidir sobre su propio destino" (las declaraciones en “En defensa de la sangre rusa”, El País, 1 de marzo de 2014, en http://internacional.elpais.com/internacional/2014/03/01/actualidad/1393700629_049543.html). Según la Presidenta del Consejo de la Federación la autorización concedida al Presidente Putin es para enviar "un contingente militar limitado". Todos los partidos de la Duma (la Cámara baja del parlamento ruso) respaldaron los poderes del Presidente. Pero, además, el Consejo de la Federación también instó al Presidente a retirar al embajador en Washington (“En defensa de la sangre rusa”, El País, 1 de marzo de 2014) como respuesta a las amenazas vertidas por el Secretario de Estado americano John Kerry cuando acusó a las autoridades rusas de perpetrar "un increíble acto de agresión" y continuó: "en el siglo XXI en el que estamos, uno no se puede comportar como una nación decimonónica e invadir a otro país con un pretexto inventado” (“Obama envía a Kerry a Ucrania para frenar la intervención rusa”, ABC, 3 de marzo de 2014 en http://www.abc.es/internacional/20140302/abci-kerry-advierte-sanciones-rusia-201403021925.html). Quizás el Secretario de Estado Kerry no recordaba en ese momento la intervención militar de la Alianza Atlántica en Yugoslavia en marzo de 1999, la ocupación militar de Irak en 2003 que se ha perpetuado en el tiempo o la desmembración de Kosovo de Serbia en 2007, todas ellas actuaciones al margen del Derecho Internacional (véase A. Mangas: “Kosovo y Crimea: la doble vara de medir”, El Mundo, 4 de marzo de 2014, en http://www.ucm.es/data/cont/media/www/pag-49565/KOSOVO.pdf). Es más, el Secretario de Estado Kerry afirmó que “sin embargo, Rusia todavía puede elegir la opción correcta". Pero, ¿cuál es la opción correcta para Rusia? El Poder Político ruso podría aspirar a desmembrar definitivamente a Ucrania, arrebatándole la parte oriental rusófona del país, donde tiene preeminencia el Partido de las Regiones del Presidente Yanukovich, a quien el gobierno ruso sigue reconociendo como jefe de Estado legítimo de Ucrania. Sin embargo, en estos momentos las aspiraciones rusas son más limitadas: recuperar el control de la península de Crimea, territorio ruso hasta los años cincuenta del siglo pasado cuando el caprichoso dirigente soviético Khruchev decidió regalarlo a la república socialista soviética de Ucrania, y donde se asientan importantísimas bases militares rusas, entre ellas la sede de la Flota rusa del Mar Negro, instalaciones cuyo alquiler vencía en 2017 y fue ampliado hasta 2047 en un acuerdo internacional firmado por el ahora depuesto Presidente Yanukovich.

Portaviones ruso 063 Admiral Kusnetzov en Chipre, 4 de marzo de 2014.

Por tanto, Rusia tiene unos objetivos limitados que son obtener el control efectivo de la península de Crimea, consolidar un gobierno prorruso apoyado en la presencia militar rusa (más de 20.000 militares) y crear un protectorado militar como en los casos de Osetia del Sur y Abjazia en el Cáucaso. Más adelante, estos territorios independientes de facto pedirán la reintegración a la Federación rusa. De este modo, mientras los políticos occidentales a uno y otro lado del Atlántico se dedicaban a pronunciar grandes declaraciones políticas, los mandos militares rusos en la región completaron el control de la península de Crimea e instaron a sus homólogos ucranianos a someter a sus unidades a las nuevas autoridades regionales. El domingo, 2 de marzo, se pasó a las autoridades prorrusas el mismísimo comandante en jefe de la Marina ucraniana nombrado el día antes por el presidente interino, vicealmirante Denis Berezosvki (“Moscú consolida su poder en Crimea”, El País, 2 de marzo de 2014, en http://internacional.elpais.com/internacional/2014/03/02/actualidad/1393801173_398326.html),  el 3 de marzo se entregó la base aérea 204 de Belbek con cerca de cincuenta aviones de combate (“Una base aérea ucraniana en Crimea se pasa con sus 45 cazas a la autonomía rebelde prorrusa”, El Mundo, 3 de marzo de 2014, en http://www.elmundo.es/internacional/2014/03/03/53147ce4ca4741871c8b4570.html), así como el buque principal de la Marina ucraniana, la fragata Guetman Sagaidachni, que, de regreso del Golfo de Adén, ha izado la bandera rusa (se ha  informado que el gobierno interino ucraniano solicitó al gobierno turco que impidiera el pasó del Bósforo al barco de guerra que retorna a su base de Sebastopol; finalmente la fragata entró en el puerto de Odessa y parte de la tripulación regresó a Sebastopol ((“El buque insignia ucraniano izó la bandera de la Armada rusa”, RT, 2 de marzo de 2014, en http://actualidad.rt.com/actualidad/view/121300-armada-buque-insignia-ucrania-bandera-Rusia) y "Ucrania perdió el control de la mitad de sus buques de guerra", Ria-Novosti, 12 de marzo de 2014, en http://sp.ria.ru/international/20140312/159517677.html y el 4 de marzo tres regimientos antiaéreos con veinte sistemas Buk y más de treinta sistemas S-300PS (“Tres regimientos antiaéreos de Ucrania se pasan al lado del Gobierno de Crimea”, Ria-Novosti, 4 de marzo de 2014, en http://sp.ria.ru/international/20140304/159445992.html). El resto de unidades ucranianas en la región que se declaran leales a las nuevas autoridades de Kiev están cercadas por tropas rusas sin distintivos de nacionalidad, entre ellas la 36 Brigada de Infantería Mecanizada de Perevalnoye y el Primer Batallón de Infantería de Marina de Feodosia; varias embarcaciones de guardacostas se han retirado a los puertos de Odessa y Mariopol (Berezosvki (“Moscú consolida su poder en Crimea”, El País, 2 de marzo de 2014).
¿Esta actuación de Rusia es un reto a la Unión Europea o a los Estados Unidos? A la salida del Consejo de Ministros extraordinario de la Unión celebrado en Bruselas el 3 de marzo, el Ministro de Asuntos Exteriores español García-Margallo dijo que “estamos ante la situación más grave desde la caída del Muro de Berlín”, lo que no deja de ser una exageración (“Los ministros de exteriores de la UE ven “la situación más grave desde la caída del muro de Berlín”, Libertad Digital, 3 de marzo de 2014, en http://www.libertaddigital.com/internacional/mundo/2014-03-03/los-los-ministros-de-exteriores-de-la-ue-ven-la-situacion-mas-grave-desde-la-caida-del-muro-de-berlin-1276512150/).  Los dirigentes europeos (los Ashton, Rompuy o Rasmussen de turno), que no hacían caso a las denuncias de Rusia hasta escasas fechas sobre la situacion de descontrol polìtico en Kiev (“Rusia acusa a la UE de fomentar la violencia en Ucrania”, ABC, 1 de febrero de 2014, en http://www.abc.es/internacional/20140201/abci-ucrania-rusia-occidente-201402011702.html), y también los americanos, se pueden rasgar las vestiduras con la actuación de Rusia pero también reconocen que “en Ucrania se han producido actuaciones que constituyen una clarísima violación de la legalidad interna ucraniana” (así el mismo García-Margallo en declaraciones a la salida del Consejo de Ministros extraordinario de la Unión en Bruselas).
Porque Rusia no está haciendo más que recuperar el control de territorios que han sido históricamente rusos y que siguen teniendo actualmente mayoría de población rusa, territorios que están en Estados desastrosos, gobernados por políticos corruptos que no han sabido manejar las transiciones políticas internas. ¿Acaso esto es lo que pretenden apoyar los dirigentes europeos cuando, de nuevo, García-Margallo dice que “la Unión acudiría al socorro de Ucrania” llegado el caso? (“Los ministros de exteriores de la UE ven “la situación más grave desde la caída del muro de Berlín”, Libertad Digital, 3 de marzo de 2014). Como dice el profesor R. Bardají: “cuando no se está dispuesto a usar pelotas de goma para defender las fronteras de uno, defender a un tercero es, cuando menos, poco creíble” (“Putin hace lo que puede”, Libertad Digital, 2 de marzo de 2014, en http://www.libertaddigital.com/opinion/rafael-l-bardaji/putin-hace-lo-que-puede-70891/). En la intervención militar rusa en Crimea poco importan los asuntos internos de Ucrania, que no saben llevar ni sus propios políticos (“Ucrania califica la presencia rusa en Crimea de “declaración de guerra”, El País, 2 de marzo de 2014, en http://internacional.elpais.com/internacional/2014/03/02/actualidad/1393756822_119738.html),  sino lo que importa son los intereses estratégicos de Rusia. Por esa razón los dirigentes europeos no harán nada por descontado más allá de las habituales declaraciones políticas, y los responsables de la política exterior americana valorarán qué se juegan en la actual situación, porque no pueden perder de vista que Europa oriental no es ahora una zona de interés prioritario, pero sí lo es de Rusia, y que necesitan la colaboración de Moscú para los grandes contenciosos a los que se enfrentan para mantener su hegemonía global: China, Corea del Norte, Irán, Siria, Afganistán. Esto lo ha comprendido perfectamente la canciller Merkel (“Merkel propone una federación para Ucrania”, El Mundo, 4 de marzo de 2014) y la mediación política subrepticia alemana es el ejemplo de cómo debe actuar Europa cuando están en juego los intereses estratégicos de las grandes potencias: como la Unión Europea carece de política exterior común cada uno sigue la senda de sus intereses particulares y, realmente, les trae sin cuidado Ucrania, no así Rusia.
Por tanto, Rusia mantendrá un perfil bajo en la intervención militar en Crimea si no se la presiona en exceso. Si los Estados Unidos y los dirigentes europeos optan por presionarla es posible que se produzca una retirada puntual, pero sin duda afectará a los grandes asuntos que sí tocan los intereses estratégicos del Bloque Occidental y Rusia es necesaria para que este bloque mantenga su supremacía en la sociedad internacional globalizada.