“GLOBAL THUNDER”, ENTRENANDO EL PODERÍO DE ATAQUE GLOBAL

El Mando Estratégico de los Estados Unidos (STRATCOM) anunció que el lunes 30 de octubre de 2017 el inicio del ejercicio anual de las fuerzas nucleares estratégicas denominado “Global Thunder”, lo que venía a ser la respuesta al ejercicio  de guerra nuclear global llevado a cabo por las Fuerzas de Disuasión Nuclear de Rusia cuatro día antes, y del que nos ocupamos en la entrada del blog EJERCICIO DE GUERRA NUCLEAR GLOBAL. El planeamiento y desarrollo de “Global Thunder” responde a la necesidad de adiestrar a los diferentes componentes de la defensa estratégica de los Estados Unidos y a evaluar la preparación operativa conjunta de todas las fuerzas del Mando Estratégico con capacidad de combate nuclear, en particular los sistemas de vigilancia y reconocimiento, incluidas las fuerzas espaciales,  los sistemas de mando y control estratégico, las fuerzas de ataque global, la defensa antimisiles y las capacidades del mando de ciberdefensa en caso de enfrentamiento nuclear total. Durante el ejercicio se simularon distintas amenazas estratégicas que involucraron todas las capacidades del Mando Estratégico: las Fuerzas Espaciales y las fuerzas de bombarderos de la 8ª Fuerza Aérea y de misiles de la 20ª Fuerza Aérea, que conforman ambas el Mando de Ataque Global creado en agosto de 2009. Como precisó el comandante del STRATCOM, general John Hyten: “necesitamos integrar nuestras capacidades estratégicas para lograr efectos de multidominio contra cualquier adversario, en cualquier parte del mundo en cualquier momento”. Precisamente, el fin de semana anterior un bombardero con capacidad nuclear B-2 de la 509ª Ala de Bombardeo con base en Whiteman, Missouri, llevó a cabo un vuelo de largo alcance sobre el océano Pacífico con la finalidad de reiterar el compromiso de los Estados Unidos con sus aliados de la región, en particular con Japón y Corea del Sur, frente a las amenazas del autodestructivo régimen norcoreano de Kim Jon-un. Según un comunicado del STRATCOM de 30 de octubre de 2017 las misiones de este tipo “convalidan nuestra capacidad permanente de ataque global y son una demostración visible del compromiso con nuestros aliados y mejoran la seguridad en la región.” El inicio del ejercicio se comunicó previamente al gobierno ruso en cumplimiento de las cláusulas de información previstas en el Tratado START de 10 de abril de 2010 según comunicó el portavoz del STRATCOM Brian Maguire: “de acuerdo con las disposiciones del Tratado START III, los Estados Unidos y Rusia están obligados a notificarse mutuamente sobre los principales ejercicios nucleares, por lo que Rusia fue informada sobre estas maniobras de antemano.” Estos ensayos globales de las dos superpotencias son indispensables en dos sentidos: por un lado, para verificar las capacidades defensivas de forma rápida, real, efectiva y consistente; y, por otro lado, para que ambas queden suficientemente convencidas de la necesidad y urgencia del equilibro sistémico mantenido y constante. Esa es la base y el fundamento de la paz, es el régimen verdadero, implícito y parcialmente explícito con el que hemos vivido desde 1945 y con el que el sistema puede mantenerse. Sin embargo, China no fue alertada previamente ya que no existe ningún acuerdo bilateral que imponga dicha obligación. Ahora bien, el Presidente Xi Jinping afirma que su país será la única superpotencia en 2050. Será o no verdad o será o no posible, pero el sistema internacional cuenta ya con tres estructuras de poder, y China ha de integrarse, de grado, en el sistema multiequilibrio. Porque, es precisamente la tercera superpotencia en juego, a la que se debe convencer –o quizás sea ¿presionar?- definitivamente para que produzca un cambio de régimen en Corea del Norte que lleve la paz y la seguridad a esa región del mundo. En esta línea es donde se inscribe la gira del Presidente Trump a Asia a principios de noviembre que le llevará a Tokio (5 de noviembre), Seúl (6 de noviembre) y Beijing (8 de noviembre) para, posteriormente, participar en las cumbres de ASEAN en Vietnam y Filipinas (10 y 12 de noviembre respectivamente). Pero hay que tener en cuenta que Corea del Norte no es el enemigo a batir, no es una alteración profunda del sistema, es una variable que demuestra que los regímenes implícitos se mantienen mientras cuenten con vías de escape de la tensión manteniendo inalterado el núcleo. Es deseable que no surjan, pero el régimen está pensado para soportarlo y solucionarlo. Por eso, diplomáticamente, es la vía para solucionar el conflicto coreano: no el uso de la fuerza como se está enfatizando recientemente -de hecho, el sistema lo soporta y puede obviar sus potenciales consecuencias dramáticas- sino la utilización de la diplomacia, para lo que es indispensable el concurso del tercer actor: China. En consecuencia, la variable Corea del Norte es un asunto negociable con la intervención decidida de China, aplicando circunstancialmente el paradigma de la interdependencia, con lo que se consigue la incorporación plena del tercer gran factor del sistema y la eliminación de una variable que, aunque siempre es soportable, mejor sería despejarla por medios pacíficos que afiancen el sistema, incorporen plenamente al tercer factor y hagan comprobable la existencia real del régimen que mantienen al sistema global


"Thunderstruck", de AC/DC para amenizar la entrada. 

EJERCICIO DE GUERRA NUCLEAR GLOBAL


El Ministerio de Defensa ruso anunció el 16 de octubre de 2017 que procedería a establecer determinadas limitaciones a la navegación marítima y aérea en los mares de Barents, Kara y Okhotsk desde el 17 hasta el 30 de octubre. Dos días después la Administración Portuaria del Noroeste de Rusia emitió una alerta por “lanzamiento de misiles” que publicó en el portal de la misma agencia.
Resultaba evidente que estas restricciones a la navegación comercial estaban relacionadas con el desarrollo de algún tipo de ejercicio a gran escala y que, por las fechas de las que se trataba, tenía que ser, sin lugar a dudas, el ejercicio de guerra nuclear global que programa cada año el Estado Mayor General ruso. Pasaron los días del mes de octubre y no sucedía ningún acontecimiento a gran escala, más allá del lanzamiento de un misil Granit por parte de un submarino nuclear ruso en el mar de Barents contra un objetivo situado en la isla de Nueva Zembla. Sin embargo, las restricciones que se habían impuesto afectaban a amplios espacios del territorio ruso tanto en el norte de Europa como en el Pacífico Norte. Por fin, el 26 de octubre de 2017 se llevó a cabo la parte práctica del ejercicio anual de guerra nuclear global bajo el mando directo del Presidente Putin y que implicó a los tres compontes de la Fuerza de Disuasión Nuclear de Rusia: las Fuerzas Coheteriles Estratégicas (RVSN), las Fuerzas Submarinas Estratégicas y la Aviación de Largo Alcance (DA). Como hemos explicado en este blog en ocasiones anteriores, estos ejercicios sirven para validar los sistemas de mando y control que se diseminan desde la cúspide del Poder Político hasta los mandos operativos, esto es, los comandantes de los sistemas de misiles terrestres tanto móviles como en silos, los comandantes de los submarinos nucleares estratégicos (SSBN) o de los bombarderos estratégicos, y la operatividad de los diferentes sistemas de lanzamiento de armas nucleares estratégicas.
De este modo, a la orden de activación dada por el Estado Mayor General siguió el despliegue operativo de las fuerzas terrestres, navales y aéreas implicadas, y cuando el Presidente Putin dio la orden –“el propio comandante supremo lanzó cuatro misiles balísticos” informó el portavoz presidencial Dmitry Peskov-  se procedió al lanzamiento de un cohete Topol sobre sistema móvil (TEL) de las RVSN desde el cosmódromo de Plesetsk situado en la región de Arkhangelsk, en el norte de la Rusia europea, cuya ojiva inerte batió un objetivo situado en el polígono de Kura, en la península de Kamchatka. Con poca variación de tiempo sendos SSBN en posición de inmersión en los mares de Barents, al norte de la Rusia europea, y de Okhotsk, en el Pacífico norte más allá de la península de Kamchatka, efectuaron el lanzamiento de tres SLBM, uno por parte de un SSBN de la Flota del Norte y los otros dos por un SSBN de la Flota del Pacífico, y que alcanzaron los objetivos programados en los polígonos de Kura y Chiza, respectivamente. Bombarderos Tu-160, Tu-95MS y Tu-22M3 de la DA, que habían despegado de las bases de Engels, Ukrankia y Shaykovka, y que se encontraban en vuelo desde la orden de activación dada por el Estado Mayor General, dispararon varios misiles de crucero Kh-101 y Kh-555 contra objetivos situados en los polígonos de Kura, Pemboi (República de Komi) y Teretka (Kazakhistán). El Ministerio de Defensa precisó que “las tareas de entrenamiento se han desarrollado plenamente, todos los objetivos han sido batidos con éxito” (en el sitio web del Ministerio de Defensa). Como se ha dicho en medios especializados, se trata del mayor ejercicio de las Fuerzas Nucleares Estratégicas realizado en Rusia desde el final de la Guerra Fría por el volumen de fuerzas implicadas y el número de lanzamientos efectuados.
Hay que recordar que el reciente documento Russia Military Power, publicado con la Oficina de Inteligencia de Defensa de los Estados Unidos, dedica una parte especial a analizar el proceso de decisiones que lleva aparejado el lanzamiento de las armas nucleares rusas -véase la entrada del blog "RUSSIA MILITARY POWER 2017"- .
Ya sabemos que en marzo de 2018 los Estados Unidos y Rusia deben cumplir definitivamente las limitaciones cuantitativas acordadas en el Tratado START de 10 de abril de 2010 y que una conferencia de Estados acordó en el seno de las Naciones Unidas un nuevo Tratado sobre la Prohibición de Armas Nucleares el 7 de julio de 2017, pero las grandes potencias como miembros del sistema estratégico global están a lo que están: garantizar la estabilidad estratégica y la no proliferación.  

SOBRE EL CONCEPTO DE GUERRA IRRESTRICTA

El profesor Cristián Faundes, investigador en temas de seguridad y defensa, ha dedicado una parte sustancial de su trayectoria académica al estudio y análisis de las nuevas formas de conflicto de la posguerra fría, esa etapa de las relaciones internacionales que muchos científicos políticos denominan posmoderna, y entre ellas, sin duda, lo que ha desarrollado con mayor empeño teórico es el concepto de “guerra irrestricta”, también denominada “guerra sin límites”, y que se trata de un concepto diferente a los de “guerra híbrida” o “guerra asimétrica”, y que sin duda es asumido en la asertiva Doctrina Gerasimov que aplica Rusia.
El concepto de guerra irrestricta fue desarrollado en 1999 por Q. Liang y W. Xiangsui, dos coroneles del Ejército Popular chino, y que se publicó en Occidente en 2002 con el título de Unrestricted warfare. China´s master Plan to Destroy America (Pan American Publishing. Panamá, 2002; traducción posterior al francés como La guerre hors limites. Rivages. París, 2003). Los principios de la guerra irrestricta se basan en la ausencia de reglas, en la expansión de la guerra fuera de los campos de batalla clásicos, abarcando las cinco dimensiones del conflicto actual, el empleo de métodos coercitivos que se aplican a todos los ámbitos del potencial adversario y el uso masivo de las tecnologías de la sociedad de la información, incluidos los ciberataques masivos a los sectores económicos, financieros y empresariales, y la ciberguerra. El profesor Faundes ha dedicado a su estudio trabajos significativos como son “Sobre los principios de la guerra irrestricta” (Cuadernos de Difusión del Pensamiento de Estado Mayor núm. 30, 2009, pp. 34-45), primer acceso que tuve a los estudios teóricos que desarrollaba Faundes sobre el tema y que me ilustró en posteriores conversaciones académicas de gran calado teórico y conceptual; sus avances teóricos se plasmaron a continuación en un trabajo de mayor entidad al publicarse su tesis de magister en seguridad y defensa en 2010: Desde la guerra total a la guerra irrestricta. La deconstrucción de un concepto (Academia Nacional de Estudios Políticos y Estratégicos. Santiago de Chile, 2010).
Ahora, en 2017 publica en España La deconstrucción de la guerra total y la irrupción de la guerra irrestricta. Punto de quiebre estratégico en el escenario internacional (Ministerio de Defensa. Madrid, 2017) donde condensa todo su pensamiento teórico sobre el tema. En esta obra el profesor Faundes desarrolla en profundidad el concepto de guerra irrestricta comparándolo con el de guerra total, ya establecido por Clausewitz en su obra clásica De la Guerra (1831) con la finalidad de verificar si nos hallamos ante un nuevo modelo estratégico. Tras un análisis exhaustivo que compara ambos conceptos en los primeros capítulos, el autor llega a la conclusión de que nos enfrentamos a un nuevo escenario en el pensamiento estratégico.
Referencia bibliográfica completa: FAUNDES, C.: La deconstrucción de la guerra total y la irrupción de la guerra irrestricta. Punto de quiebre estratégico en el escenario internacional. Ministerio de Defensa. Madrid, 2017.
El libro se encuentra disponible en Publicaciones de Defensa del Ministerio de Defensa de España.

ESTADO DE LOS ARSENALES NUCLEARES DE LAS GRANDES POTENCIAS A 1 DE SEPTIEMBRE DE 2017

El Departamento de Estado de los Estados Unidos ha publicado nuevamente los datos cuantitativos de los arsenales estratégicos de las dos grandes potencias a 1 de septiembre de 2017 conforme a las estipulaciones de intercambio de información y publicidad establecidas en el Tratado de Armas Estratégicas (nuevo START)  de 10 abril de 2010. Previamente debemos recordar que este tratado entró en vigor el 5 de febrero de 2011 después de que se superaran los procesos de ratificación nacionales respectivos –información disponible AQUÍ-. Este dato es fundamental, porque los límites cuantitativos que establece el propio Tratado deben cumplirse a más tarde en la próxima fecha de intercambio de información, esto es, a 1 de marzo de 2018. Los límites cuantitativos que establecieron las partes al final del período inicial de siete años –la vigencia del tratado es de diez años prorrogable- son: 1.550 ojivas nucleares para vectores de lanzamiento estratégico (ICBM, SLBM y bombarderos estratégicos), 800 sistemas de lanzamiento disponibles y 700 de ellos desplegados al mismo tiempo. Pues bien, conforme a los datos aportados este mes los Estados Unidos disponen de 1.393 cargas nucleares estratégicas, 800 vectores de lanzamiento disponibles y 660 desplegados. Por su parte, Rusia tiene 1.561 cargas nucleares estratégicas, 790 vectores de lanzamiento disponibles y 501 desplegados. Esto significa a la fecha indicada ambas potencias prácticamente se encuentran dentro de los límites que se tienen que alcanzar en febrero de 2018; solo Rusia debe de reducir sus ojivas nucleares estratégicas, en concreto, once cargas para ajustarse al límite de 1.550 cargas nucleares, objetivo totalmente realizable simplemente con la retirada de un cohete R-36M2 Voevoda (SS-18 Satán en código OTAN) y un Topol móvil o en silo (SS-25 en código OTAN), que cargan diez y una ojiva respectivamente, y ambos sistemas se encuentran actualmente en proceso de retirada definitiva. Pero, hay que destacar además, que de los datos de 1 de marzo hasta ahora, las dos grandes potencias llevaron a cabo reducciones significativas en todos los apartados: los Estados Unidos redujeron dieciocho cargas estratégicas, veinte sistemas de lanzamiento disponibles y trece sistemas desplegados; y Rusia, ha reducido 204 cargas, veintiséis sistemas disponibles y veintidós sistemas desplegados. Esto significa que, más allá de los cantos de sirena que abogan por una desnuclearización total –recordemos el más reciente de ellos: aprobación por parte de la Asamblea General de Naciones Unidas del Tratado sobre la Prohibición de Armas Nucleares el 7 de julio de de 2017, al respecto véase el ensayo de Ignacio Cartagena Núñez publicado en el IEEE- las grandes potencias consideran –y esto seguirá siendo así en un futuro a muy largo plazo-, a las armas nucleares como un componente esencial para garantizar la seguridad nacional a través del sistema de disuasión nuclear, pero también, y quizás tan importante como el anterior, como elemento esencial para el mantenimiento de su supremacía en el sistema internacional global. Esto es así porque la posesión de arsenales nucleares estratégicos les garantiza la inmunidad frente a las otras potencias nucleares y, al mismo tiempo, les dota de la capacidad para causar daños de proporciones catastróficas a cualquier agresor convencional que cometiera el error de emprender un ataque militar contra los centros de poder, las infraestructuras estratégicas o las ciudades de una de las dos grandes potencias. Y esto será así mientras no se produzca una revolución tecnológica militar que conlleve la introducción de sistemas de combate disruptivos. En consecuencia, para garantizar esta posición tanto Rusia como los Estados Unidos están desarrollando en la actualidad costosísimos programas de modernización que alcanzan a los tres componentes de la tríada nuclear: los cohetes estratégicos basados en tierra (ICBM), los cohetes estratégicos embarcados en submarinos nucleares (SLBM) y los bombarderos de largo alcance o estratégicos, así como los laboratorios y centros de investigación y almacenamiento de armas nucleares –asunto al que hemos hecho referencia en la entrada anterior ARSENALES NUCLEARES DE LAS GRANDES POTENCIAS A 1 DE MARZO DE 2017.